“El kirchnerismo es el padre de Milei”, afirma Julio Bárbaro, ex diputado nacional, ex secretario de Cultura de la Nación y probablemente el único referente que queda en la escena política que ejerció en el gobierno de Juan Domingo Perón. En diálogo con LA GACETA el analista político de 82 años reflexiona cómo es vivir en tiempos donde “no hay peronismo”.
-¿Cómo ve la realidad política argentina?
-La política ha caído en manos de contadores, cosa que no se da en ningún lugar del mundo, la política es un arte un poquito más amplio que la contabilidad, ni las empresas caen en manos de los contadores porque si no se funden. Esto que estamos viviendo es el resultado de una crisis simétrica del peronismo y radicalismo, están los dos iguales. La imagen de Daniel Scioli, por ejemplo, es patética, es la imagen de alguien que transita la política como un divertimento, sin ningún contenido ideológico. Para él es lo mismo el socialismo que el capitalismo, lo que quiere es un cargo. La misión del cargo sustituyó a la expresión de la idea, la política es de ideas, los cargos son consecuencias.
-Osvaldo Jaldo también fue tildado de traidor luego del apoyo a la ley ómnibus…
-Yo creo que lo de Jaldo tiene que ver con su necesidad de apoyar la industria tucumana, me parece que eso es importante, porque la política obliga a defender la parte que a uno le toca. No está buscando un cargo, ya lo tiene, lo que está buscando es defender los intereses de su provincia. Lo puedo entender al no haber peronismo, porque no hay; el kirchnerismo no es el peronismo, el kirchnerismo es el padre de Javier Milei.
-Con la caída de la imagen positiva de los principales referentes K, ¿cree que es momento de que surja un líder peronista alejado de ese sector, como podría haber sido el peronismo cordobés?
-El peronismo cordobés es conservador, solo sirve para Córdoba, es como el socialismo santafesino, nacieron para sus provincias y no se pueden federalizar. Hoy no hay liderazgos políticos en la argentina de ningún partido, hay algunos economistas que en tiempos de crisis se disfrazan de políticos, pero con ese disfraz lo único que van a hacer es profundizar la quiebra.
-¿Cuál cree que fue el punto de inflexión que produjo esta crisis política?
-Yo fui diputado en el ‘73, no había subsidios, no había deuda externa, y no había inseguridad; tampoco había desocupación, sólo un 4% o 5%. La aparición del liberalismo de José Alfredo Martínez de Hoz y Domingo Cavallo, continuado por Carlos Menem, Mauricio Macri y un poco por los K, fue la destrucción del estado. Todavía continúa esa destrucción por la concepción de factoría de colonia, por eso un animal bruto como Luis Caputo dice que la Argentina era rica hace 100 años, es un pobre tipo que leyó algunos libros de economía pero ninguno de historia, también dice lo mismo la bestia del presidente. Hace 100 años era cuando había unos cuantos ricos y miles de esclavos, no había democracia ni industria. Piense usted en la degradación mental y moral de estos dos personajes, están diciendo que la gente no tiene que votar y no tiene que haber industria. Son vende patria, la idea de ellos es una Argentina factoría.
-¿Cómo ve la realidad de la sociedad argentina en estos momentos?
-La gente está lentamente perdiendo la esperanza. Cuando votaron a este gobierno lo hicieron con esperanza y no es fácil salir de ese lugar para entrar de nuevo en la angustia existencial. La sociedad va día a día tomando conciencia de que el proyecto no lo incluía a él, Javier Milei es para la gran empresa. La inflación cero no implica pobreza cero, cuando uno tiene inflación cero es un negocio para los ricos, la Argentina supo ser un país integrado teniendo inflación. Estos payasos creen que el único problema es la moneda, no el ser humano; los países en serio piensan en el ser humano y no solo en la moneda. (Producción periodística de Luz Rapisarda)